jueves, 31 de mayo de 2012

Jorge Nuñez



BITÁCORA 

aunque mi derrotero no haya sido heroico
y de hecho no conozca más que
estas cuatro paredes
así y todo aprendí
a guiarme con las estrellas
a dormir atado para no perder el rumbo
la barba helada
cerca de los témpanos del sur

resulta sorprendente la distancia
el fragor de aquellas noches en la cubierta
oscilante y resbalosa
y las rémoras volcadas por la borda
que siguen pesándome
aún desde el fondo del mar
como si todo itinerario
estuviera hecho de renuncias

lo cierto es que llegu;e al punto
de querer inventar un puente
o una persona a quien mirar a los ojos...
(tarde o temprano todos escribimos
desde un lugar remoto
con la sola esperanza de que alguien
se acerque a rescatarnos)

sobreviví con lo que tenía a mano
mi idea fue verter en la botella el mar
y su inclemencia
asegurar una tapa hermética
y lanzarla con toda mi fuerza
para quedarme viendo
cómo se perdía en el horizonte

* * * * * * * 

CORAZONADA 

es el alrededor que busca
la guarida de un cuerpo
cuando viene tormenta
y son los perros
que ni tomaron agua por seguir
un rastro distinto
al de los huesos derrumbados
de siempre

vayámonos
ahora que el viento empuja desde adentro
y algo más quiere tirar de este trineo
salgamos del plan y del pellejo
no alcanza con no robar
y mantenernos calientes
ningún espíritu debería
devolverse intacto

buscadores de tesoros
arriesgan
a llegar más allá de la tierra de tornados
donde el agua cae sobre el agua
y los perros vuelven a jugar

Del muy recomendable libro La Administración del Fuego (2012)

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