domingo, 29 de julio de 2012

Luis Alberto Spinetta



Pero antes que nada te quiero aclarar que yo le dediqué ese disco a Artaud pero en ningún momento tomé sus obras como punto de partida. El disco fue una respuesta –insignificante tal vez– al sufrimiento que te acarrea leer sus obras. La idea del álbum era exponer la posibilidad de un antídoto contra lo que opinó Artaud. Quien lo haya leído no puede evadirse de una cuota de desesperación. Para él la respuesta del hombre es la locura; para Lennon es el amor. Yo creo más en el encuentro de la perfección y la felicidad a través de la supresión del dolor que mediante la locura y el sufrimiento. Creo que sólo si nos preocupamos por sanear el alma vamos a evitar distorsiones sociales y comportamientos fascistas, doctrinas injustas y totalitarismos, políticas absurdas y guerras deplorables. La única forma de hacer subir el peso es con amor. Los músicos de rock somos tipos que estamos muy desorientados. Hemos involucrado mucho a nuestro sistema neurológico y hemos aprendido muy poco de la historia reciente. Pero hay algo claro: no podemos jugar a ser Artaud. Eso significaría no haber entendido a Moris, no haber entendido a Lito Nebbia, no haber pescado una. Si yo no hubiera aprendido a salir de ésa y ubicarme en mi país, no estarías conmigo en este momento: Spinetta sería apenas un nombre en una chapita de bronce, chorreada de caca, en la inmensidad de algún cementerio. 

Fragmento del libro Spinetta - Crónicas e Iluminaciones (Eduardo Berti) - reportaje publicado originalmente en EL PERIODISTA - 1986.

lunes, 23 de julio de 2012

Liliana Ancalao




oración para esperar el colectivo

señor de los desamparados

que esperan el colectivo

no permitas que se apague esta llamita

defendida a puro sol sobre la escarcha



que el colectivo venga pronto

pues la espera

amontona cenizas en la frente

y tengo que apalearlas y hacer señas

y asomar los ojos a la ruta

aunque las venas duden

tironeando



señor de los desamparados

que no pase de largo

como si yo no fuera capaz de andar descalza

como si yo no fuera propensa a la ternura

como si fuera una chapa

un poste   nadie   nada



y que no venga lleno   señor

porque se salen con la suya

entonces patas y empujones

en un boleto me suicidan la sonrisa

y me resigno    animal al matadero



que no demore   señor   hoy hace frío

y no llegan los sueños hasta el alma

en el filo de este riesgo   no me cuples

si abandono un segundo la trinchera

y alcanzo a maldecir

                              la madrugada

*  *  *  *  *  *  *  *



pregunta



habrá que resignarse a ser pregunta

arremangarse los pies

seguir andando

con un golpe de sismo por espalda

sin cimiento

ni contemplaciones



habrá que acostumbrarse sin respuesta

morir en una historia y otra historia

salir de madre pateando las preguntas

por los caños de la piel

hasta los huesos



y andar

humano no más

apuntalando luchas

controlando el pulso de la tierra



mirarse escombro en el mapa de los sueños



*  *  *  *  *  *  *  *



poema del mameluco



el mameluco de mi viejo espera jubilarse

por el resfrío crónico del pozo

y el dolor de las espaldas



tiene el talle del cansancio en la garganta

el salario ajustado en la cintura

y guarda un corazón de estopa en el bolsillo



es un guerrero de cielo desgastado

tiempo de flor con la investidura de una roca

una protesta de sueño apresurado

por el turno: ese tirano



cuando este mameluco se une a otro

de dos despojos se hace un alma

y los pasos que caminan juntos

caminaron solos mientras yo dormía



cada mancha es un grito de impaciencia

de petróleo que amanece   de pobreza

son frentes amplias   son banderas

caliente la mirada por saberse limpios

mamelucos postergados   pero enteros



mameluco

en una arruga de asombro por la luna

tenso el brazo   el bolsito de la vianda

el paso duro



por no aflojarle a la vida

viejo

no aflojarle



*  *  *  *  *  *  *  *



poema para mirta enamorada de un correntino



tiene mirta

ahora    en la mirada

un matecito

en el momento justo de la lluvia

y unos ojos de chamiga

que le esconden de las preguntas filosas

que se quedan

a un centímetro altitud de su alma



y por ahí

tiene otra lluvia

tan finita que la borra de este día

y me deja

un momento sin hermana



me pregunto

si este aire guarani que te despeina

despejará tanto silencio

tanto pensar en el prójimo

y qué tanto



ojalá se te enrede un sapucay

en la garganta

aunque me quede

pucha digo

una porción del día    sin hermana



*  *  *  *  *  *  *  *



caleuche


Hay personas con expectativas tan altas que nunca
terminan de encontrar su lugar en la sociedad. A esos
seres, a veces, se los margina y se los considera locos.
Para los mapuches existe un barco: Caleuche, que
surca el cielo de noche. La tripulación de este barco
sube a bordo a estos seres marginados.



son semillas verdes y redondas

que ya no pueden con el espacio

que se les agranda en el centro

cuando miran el cielo

se salen de la vaina

por asomar los ojos

y desgranadas en un puño

se enfurecen se escurren

hasta salirse del surco



la tierra se sacude estos pellejos

y sus almas friccionadas

refriegan luz   y gritan luz



............



fugitivos náufragos flotan en la noche

y brillan con luz propia



desde arriba los vemos

acercamos la nave  hay sitio para todos

y nos vamos

               a navegar el cielo



estos locos son apenas

arvejas

con vocación de estrellas


 Del libro “Tejido con lana cruda”

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Liliana Ancalao (Comodoro Rivadavia, Chubut, 1961) poeta y docente. Pertenece a la comunidad mapuche-tehuelche Ñamkulawem. Es profesora de Letras e integra un grupo universitario de investigación del mapuzungun, lengua originaria de los mapuches. Texto suyos aparecen en la antología La memoria iluminada. Poesía mapuche contemporánea, editada por la diputación española de la ciudad de Málaga en el año 2007.Entre sus libros se destacan Tejido con lana cruda (2001) y Mujeres a la intemperie (2009). Este último fue publicado por El Suri Porfiado en una edición bilingüe (español y mapuzungun).

jueves, 19 de julio de 2012

Ni la noche ni el frio - Osvaldo Bossi


Presentación del libro

Ni la noche ni el frío

de Osvaldo Bossi

Presentan:
Irene Gruss y Carlos Battilana

El autor leerá poemas al azar

Miercoles 25 de Julio
20 hs

Club Cultural Matienzo
Matienzo 2424
casi esquina Av. Cabildo al 300
Buenos Aires

jueves, 5 de julio de 2012

HAY MAS TIEMPO QUE VIDA


La toca la pisa la amasa
levanta la cabeza
de nuevo
la toca la pisa la amasa
que los otros corran
no hay apuro.


a Juan Román

del libro El ruido de los ríos, Andrés Lewin

lunes, 2 de julio de 2012

El tiempo (Ryszard Kapuscinski)


El europeo y el africano tienen un sentido del tiempo completamente diferente; lo perciben de maneras dispares y sus actitudes también son distintas. Los europeos están convencidos de que el tiempo funciona independientemente del hombre, de que su existencia es objetiva, en cierto modo exterior, que se halla fuera de nosotros y que sus parámetros son medibles y lineales. Según Newton, el tiempo es absoluto:«Absoluto, real y matemático, el tiempo transcurre por sí mismo y, gracias a su naturaleza, transcurre uniforme; y no en función de alguna cosa exterior.» El europeo se siente como su siervo, depende de él, es su súbdito. Para existir y funcionar, tiene que observar todas sus férreas e inexorables leyes, sus encorsetados principios y reglas. Tiene que respetar plazos, fechas, días y horas. Se mueve dentro de los engranajes del tiempo; no puede existir fuera de ellos. Y ellos le imponen su rigor, sus normas y exigencias.
Entre el hombre y el tiempo se produce un conflicto insalvable, conflicto que siempre acaba con la derrota del hombre: el tiempo lo aniquila.

Los hombres del lugar, los africanos, perciben el tiempo de manera bien diferente. Para ellos, el tiempo es una categoría mucho más holgada, abierta, elástica y subjetiva. Es el hombre el que influye sobre la horma del tiempo, sobre su ritmo y su transcurso (por supuesto, sólo aquel que obra con el visto bueno de los antepasados y los dioses). El tiempo, incluso, es algo que el hombre puede crear, pues, por ejemplo, la existencia del tiempo se manifiesta a través de los acontecimientos, y el hecho de que un acontecimiento se produzca o no, no depende sino del hombre. Si dos ejércitos no libran batalla, ésta no habrá tenido lugar (es decir, el tiempo habrá dejado de manifestar su presencia, no habrá existido).
El tiempo aparece como consecuencia de nuestros actos y desaparece si lo ignoramos o dejamos de importunarlo. Es una materia que bajo nuestra influencia siempre puede resucitar, pero que se sumirá en estado de hibernación, e incluso en la nada, si no le prestamos nuestra energía. El tiempo es una realidad pasiva y, sobre todo, dependiente del hombre.
Todo lo contrario de la manera de pensar europea.
Traducido a la práctica, eso significa que si vamos a una aldea donde por la tarde debía celebrarse una reunión y allí no hay nadie, no tiene sentido la pregunta: «¿Cuándo se celebrará la reunión?» La respuesta se conoce de antemano: «Cuando acuda la gente.» 

Ryszard Kapuscinski (Fragmento del libro Ébano, crónicas sobre África)