martes, 27 de mayo de 2014

Juan Gelman



Operaciones

los profesores de poesía/
la acostaron sobre la mesa/
le hundían cuchillitos/ aquí/ allí/
le sacaban un huesito o víscera/ la


pasaban por diversos rayos/
sociológicos/ históricos/ equis/
le revisaban los tejidos generacionales/ encontraban
antepasados ilustres/ meñiques místicos en un intestino delgado/ o

una venita de juan ramón con gusto a calle triunvirato/
una vez tuve una novia que vivía en la calle triunvirato/ y
efectivamente tenía un burro suave en los ojos/
caído de juan ramón cuando pasó por ahí/ y un limonero en el patio

que don antonio mecía subido propiamente en la punta/ los ojos de mi novia/
me hacían sentir como gitano en noche de san juan/
pero el río está lejos y el papá estaba cerca/
además/ cómo iba a regalarle un costurero grande/ de raso pajizo/

eso es de maricón en mi ciudad/
total que la tristeza nos envolvía y nos ponía furiosos/ y otra vez tristes/
esa tristeza por venir había mojado a juan ramón/ que
pasó por la calle triunvirato y dejó caer un burrito/ que

se subió a los ojos de mi novia apenas la vio/
nunca dejó esos ojos que esperó muchos años/
y aunque el burrito y yo nos entendíamos poco/
(trotaba/ rebuznaba/ cuando la besaba en la boca

y ardían los últimos faroles/ y yo
ardía más que los faroles/
y no había mano o caricia que pusiera a mi novia en los pechos
que el burrito no le diera una patada o coz)/

yo quería al burrito/ y él/ me dejaba más triste que una escuela/
y juan ramón sufría de las tristezas que pasé el tiempo que viene/
y los profesores de poesía también estaban tristes/
cuando terminaban de cortar/ pinchar/ herir/ lastimar/

miraban mancos su mudez/
Su mirada de fierro por donde nunca ese burrito pasó/
ni el burrito más feo y mal comido del mundo pasó/
nunca/ jamás/ de dónde/ cuándo/ cómo/

a todo esto/ la poesía/
recta como la espada del camino/
bajo el cielo de zinc/
desatollóse/ desencebollóse/ laureóse/ echóse a andar

Juan Gelman, "Eso" (París, 1983-1984)
"de palabra", Visor (Madrid, 1994)

martes, 13 de mayo de 2014

César Vallejo



UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO...

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?