Mini-Biografía
Hector Altamirano. 1982 Valparaíso, Chile. Taller de cuento, “La Sebastiana” con Alejandra Costamagna. 2003 auto edición de libro de poesía “hoja”. Reside en Buenos Aires el año 2008, participa de taller de lectura poética con Bossi y Cassara. Poeta y actor de la realidad, miembro del “círculo de la magía”.
Las Camelias
En la parte alta del jardín
 habitan las mariposas
 se resquebrajan sobre las camelias
se incendia, sobre el gato dormido
 en la parte alta, y de día, se incendian.
Como una vez un hombre
en la parte alta y de día una mujer,
su palabra resquebrajada,
sobre las camelias
sonrió junto al gato dormido
en la parte alta del jardín
donde hoy se incendian mariposas.
Ha comenzado el atardecer
la lejanía que hablará por nosotros
Di la forma de mis ojos
entregué mi imagen
 mi semejanza
el semblante ruidoso del viento.
Masticando la tierra
 has convertido tus huesos en agua podrida
busca sus formas en las llagas de la noche.
Nos haré participe de la historia
partiré el cielo para beber de su leche
la última gota de mi ego.
Escucha los pasos de la ausencia
 la mal distribuida muerte
/en la pobreza
pondrá su aliento en tu frente
y mi nombre en tu garganta.
Justo y preciso
atraigo palomas y víboras
mi boca, las devora por igual.
En un rincón.
“a vos todo el perdón y el olvido”
Que ocultas
 toda vez que te encierro
 con manchas en el vestido
para acompañar tu figura
 con la boca girada
 cortando el aire
en ese pequeño espacio
negándome tu rostro
dominándolo todo.
Deja caer de tus ojos
 alguna sonrisa seca
 que juegue en mi abrigo
abre tus manos
 muéstrame
 es tarde
tengo miedo.
Silencio y risas en las flores.
Las niñas y sus vestidos juegan
en nuestras manos las niñas y
nuestros juegos en los vestidos
(las risas entran caen los juegos)
y bailan en silencio los vestidos.
Florecen mujeres pequeñas flores
pequeñas florecen esas mujeres
en las flores de sus vestidos, hay
silencio y risas en las flores.
Y las madres traen vestidos, a la
iglesia las niñas vienen, el padre
(los vestidos rezan en silencio)
en las iglesias, las niñas adornan
los vestidos, y en silencio las madres
vuelven con flores a la iglesia.
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