martes, 13 de mayo de 2014

César Vallejo



UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO...

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?

martes, 29 de abril de 2014

Nicolás Guillén



José Ramón Cantaliso,
¡canta liso!, canta liso
José Ramón.
Duro espinazo insumiso:
por eso es que canta liso
José Ramón Cantaliso,
José Ramón.

En bares, bachas, bachatas,
a los turistas a gatas
y a los nativos también,
a todos, el son preciso
José Ramón Cantaliso
les canta liso, muy liso,
para que lo entiendan bien.

Voz de cancerosa entraña.
humo de solar y caña,
que es nube prieta después:
son de guitarra madura,
cuya cuerda ronca y dura
no se enreda en la cintura,
ni prende fuego en los pies.

El sabe que no hay trabajo,
que el pobre se pudre abajo.
y que tras tanto luchar,
el que no perdió el resuello,
o tiene en la frente un sello,
o está con el agua al cuello
sin poderlo remediar.

Por eso de fiesta en fiesta
con su guitarra protesta,
que es su corazón también,
y a todos el son preciso,
José Ramón Cantaliso
les canta liso, muy liso,
para que lo entiendan bien.

domingo, 20 de abril de 2014

Verónica Yattah



"HACÉ ASÍ"

"Hacé así,
por favor hacé así".
Y me reí de vos
cuando juntaste la hilera
de arriba de tus dientes
con la de abajo.
A los labios
los fuiste alejando
hasta formar una mueca
una sonrisa de payaso.
Querías verme uno por uno los dientes
y yo hice así.
Te imité
y aguantamos la mirada hasta que nos dimos un beso.

* * * * * *

LO RÁPIDO QUE PASABAN LAS VACAS Y EL CAMPO

Lo rápido que pasaban las vacas y el campo.
Tuve que subirme a la parte de atrás de la moto
para descubrir eso
que a la velocidad del movimiento la íbamos inventando.
Salimos con el sol a la altura del horizonte.
Cada tanto soltabas el manubrio para señalar los carteles
las letras blancas sobre el fondo verde de los pueblos vecinos.
Mis dedos se entrelazan entre sí y entre tu ropa.
A más de cien kilometros por hora
los mosquitos comenzaron a ser agujas.
El sol permanecía a pesar de lo demás
que iba, en cambio, convirtiéndose en manchas.
Y como esas cámaras que logran captar el movimiento,
pude notar que el árbol era también una línea,
que la vaca era también una línea,
que cada cosa era mucho más que una cosa
y que nosotras también iríamos dejando un rastro.

Textos perteneciente al libro "Los perros también se van", recientemente publicado por Viajero insomne editora.

lunes, 14 de abril de 2014

Patricio Foglia



José

Al principio, no hubo para mí ninguna buena nueva.
Yo estaba en el taller, preocupado por mi trabajo.
Cuando llegó, supe que algo había cambiado.
Dudé. Sentí miedo. Pensé en los vecinos:
Ahi va José, el carpintero,
su esposa espera un hijo que no es de nadie.
Sigo sin entender que pasó
pero tampoco me importa: mi señor es justo y misterioso.
Soy un hombre sencillo, prefiero no hacer demasiadas preguntas.
Confío en mi corazón, y también en mi esposa.
Y si tengo dudas, 
sigo trabajando, golpeo fuerte, sin decir nada,
atento a mi trabajo con la madera.

*  *  *  *  *  * 

Theo

Johanna dice que la pintura es una excusa
para vivir sin trabajar, como lo hacen los vagos.
pero quedate tranquilo.
yo sé que no es así,
todo se va a arreglar pronto,
de una u otra forma, vamos a poder armar un taller,
en una esquina luminosa, a pocos minutos del campo,
pero eso sí, te pido un favor: dejá de disculparte.
Dejá de disculparte, no es necesario,
soy yo el que está agradecido,
el que destina con alegría una parte de su esfuerzo
para que puedas, en nombre tuyo
pero también en el mío,
observar desde lo alto, como en un sueño,
el amarillo de la campiña y la verdad oculta en los campesinos,
como aquel globo aerostático
que flotó sobre nuestras cabezas,
la tarde en que nos escapamos de casa,
cuando éramos chicos: aquela vez salí corriendo,
tuve miedo del castigo. Pero vos te quedaste,
hasta bien entrada la noche, mirando cómo el sol se iba,
cómo cambiaba el color de cada cosa.
Vincent, hermano, no vuelvas nunca de aquella tarde,
no escuches a nadie, seguí pintando,
no te olvides que sos
nuestra única esperanza.

Textos pertenecientes a la serie "Papeles secundarios", del libro Lugano 1 y 2, recientemente publicado por Viajero insomne editora.


lunes, 7 de abril de 2014

Viernes 11 de Abril - CASA DE LA LECTURA (Buenos Aires)


Este Viernes 11 de Abril
se presentan los libros:

- Pequeños botes cruzando lo negro del río, de Martín Vazquez Grillé
- Los perros también se van, de Varónica Yattah
- Lugano 1 y 2, de Patricio Foglia

El evento será en Casa de la Lectura, Lavalleja 924, Buenos Aires

Más información en www.viajeroinsomne.com.ar


martes, 18 de marzo de 2014

¿Cómo se escribe? - Clarice Lispector




Cuando no estoy escribiendo, yo simplemente no sé como se escribe. Y si no sonara infantil y falsa esta pregunta que es de las más sinceras, yo elegiría a un amigo escritor y le preguntaría: ¿cómo se escribe?


Porque, realmente, ¿cómo se escribe? ¿qué se dice? ¿cómo se dice? Y ¿cómo se empieza? Y ¿qué se hace con el papel en blanco que nos enfrenta tranquilo?

Sé que la respuesta, por más que intrigue, es esta única: escribiendo. Soy la persona que más se sorprende al escribir. Y todavía no me habitué a que me llamen escritora. Porque, salvo las horas en que escribo, no sé en absoluto escribir. ¿Será que escribir no es un oficio? ¿No hay aprendizaje, entonces? ¿Qué es? Solo me consideraré escritora el día en que yo diga: sé cómo se escribe.


Revelación de un mundo (Adriana Hidalgo, 2011) de Clarice Lispector

Fuente: Blog molinetesdepapel.blogspot.com.ar

lunes, 24 de febrero de 2014

Tom Maver


a lo largo - 1 from pablo gimenez zapiola on Vimeo.

A lo largo de mi vida
construí muchas casas.
De todas me fui, las dejé vacías,
plenas. 
Entre una y otra fui encontrando
una soledad 
donde mi alma aprendió
que lo que amamos 
no tiene protección.


Ninguna de ellas me pertenece.
Para mí, las paredes,
los cuartos de baño,
las piezas, responden sólo
–ahora lo veo–
a la tenue organización de la nada.
¿Cómo dejar intactos los cimientos
de mi errancia,
si todas las puertas están abiertas
para que llegue a cualquier punto
de su encierro?
Pero si no hay a dónde ir
en rigor, no podemos ser prisioneros.
Bajo cada techo
pienso con tranquilidad y malicia:
Estos refugios
que amparan mi desvarío
no saben hasta dónde podría llegar.

Video: Pablo Gimenez Zapiola
Poema: Tom Maver
Sonido: Carlos Pozo