Después de la película
Mi amigo Michael y yo estamos caminando a casa discutiendo la película.
Él dice que cree que una persona puede amar a alguien
y todavía ser capaz de asesinar esa persona.
Le digo, No, eso no es amor. Eso es apego.
Michael dice, No, eso es amor. Podés amar a alguien, y que llegue un día
en que te veas forzada a pensar “es él o yo”,
pienses “yo” y lo asesines.
Le digo, Entonces no es más amor.
Michael dice, Sin embargo, fue amor hasta entonces.
Digo, Puede ser que nos refiramos a diferentes cosas por la misma palabra.
Michael dice, Los humanos son complicados: el amor puede existir incluso en el corazón asesino.
Le digo que lo que podemos querer decir por amor es deseo.
El amor no es un sentimiento, digo. Y Michael dice, ¿Entonces qué es?
Estamos caminando por la calle West 16th –una noche despejada- y oigo mi voz
repitiendo lo que solía decirle a mi marido: El amor es acción, solía decirle.
Simone Weil dice que cuando amás verdaderamente sos capaz de mirar a quien querés comer y no comerlo.
Janis Joplin dice, tomá otra pequeña parte de mi corazón ahora, amor.
Meister Eckhardt dice que mientras amemos las imágenes están condenadas a vivir en el purgatorio.
Michael y yo estamos parados en la esquina de la 6ta avenida diciendo buenas noches.
No puedo tomar suficiente del spritzer de mandarina que acabo de comprar-
una y otra vez me llevo la fría lata a mi boca y chupo la cosa del agujero
que hizo la chapita.
¿Qué hacés mañana?, dice Michael.
Pero lo que pienso que dice es “Sos muy estricta. Sos una monja”.
Luego pienso, ¿Amo lo suficiente a Michael para dejarlo pensar estas cosas de mí incluso si no las está pensando?
Sobre Manhattan la luna se pierde y el cielo se vuelve más claro y frío.
A pesar de que los días, después del solsticio empezaron a alargarse,
los dos sabemos que el invierno sólo ha empezado.
Marie Howe
Traducción: Tom Maver (versión original en el recomendable blog www.hastadondellegalavoz.blogspot.com )
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