Amen
En Cali
conocí a una mujer que
tenía la habilidad de rezar
con una sola mano.
Para sentirse más cerca de
dios
le bastaba con hundir sus dedos
bien profundo debajo de su falda
Rezaba de día
rezaba de noche
en el nombre del padre
del hijo y del espíritu santo.
Amén
La zafra
La vida durante la zafra
es una dulce y triste refracción del mundo.
Todo comienza en los cañaverales
donde hombres de lugares lejanos
desnudan el campo en un lento y precioso juguetear
con sus dedos, adultos y ásperos por el paso del tiempo
saben más que nadie como tratar a la caña,
hábiles para sacarle todos sus secretos, quedan
exhaustos después de cosecharla; el calor tucumano
se entrevera en forma de gotas que brotan de las manos
ajadas y dolidas de un peón que no ignora que ese fruto vital
concebido con sus fuerzas, será después de todo
azúcar que se derretirá en otra boca.
Peón golondrina conoce mas que cualquiera el sabor
agridulce de la tierra, después de despojarla terminada
la zafra partirá a otros suelos a cosechar amargos sabores.
¿Acaso no es esta la verdadera tristeza,
la de un hombre que llega a abrazar la dulzura toda
y se desprende de ella sin apenas saborearla?
Luciana Reif (Avellaneda, Provincia de Bs As, 1990)
Inéditos
Fuente: www.muchachodeloshelados.blogspot.com
muy bueno el de la zafra, me gusto el verso principal, muy logrado, el final
ResponderEliminarazúcar que se derretirá en otra boca.
me gustaron los dos!
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