jueves, 1 de diciembre de 2011

Luciana Reif


Amen

En Cali

conocí a una mujer que

tenía la habilidad de rezar

con una sola mano.


Para sentirse más cerca de

dios

le bastaba con hundir sus dedos

bien profundo debajo de su falda


Rezaba de día

rezaba de noche

en el nombre del padre

del hijo y del espíritu santo.

Amén


La zafra

La vida durante la zafra

es una dulce y triste refracción del mundo.

Todo comienza en los cañaverales

donde hombres de lugares lejanos

desnudan el campo en un lento y precioso juguetear

con sus dedos, adultos y ásperos por el paso del tiempo

saben más que nadie como tratar a la caña,

hábiles para sacarle todos sus secretos, quedan

exhaustos después de cosecharla; el calor tucumano

se entrevera en forma de gotas que brotan de las manos

ajadas y dolidas de un peón que no ignora que ese fruto vital

concebido con sus fuerzas, será después de todo

azúcar que se derretirá en otra boca.

Peón golondrina conoce mas que cualquiera el sabor

agridulce de la tierra, después de despojarla terminada

la zafra partirá a otros suelos a cosechar amargos sabores.

¿Acaso no es esta la verdadera tristeza,

la de un hombre que llega a abrazar la dulzura toda

y se desprende de ella sin apenas saborearla?


Luciana Reif (Avellaneda, Provincia de Bs As, 1990)

Inéditos


Fuente: www.muchachodeloshelados.blogspot.com

2 comentarios:

  1. muy bueno el de la zafra, me gusto el verso principal, muy logrado, el final

    azúcar que se derretirá en otra boca.

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