lunes, 7 de noviembre de 2011

Juan Gelman

- En general corrijo poco porque le tengo un gran respeto al momento más feliz, que es el momento de la escritura. Al día siguiente viene la amargura. Cuando escribís, te sentís sacado de vos mismo; y como a la edad que tengo ya estoy aburrido de mí mismo, salir de mí mismo escribiendo me produce una gran felicidad.

- En el habla de la gente hay mucha riqueza, mucha capacidad de inventar. Pero lo que hay, sobre todo, es un ritmo (...) En el habla encuentro una música, pero yo no hago una división entre poesía popular y poesía culta, porque la poesía es poesía o no lo es. La poesía es lenguaje calcinado, entonces todo lo que es exterior, lo que es experiencia, vivencia, interroga la imaginación para buscar una expresión. Ahí quema lo que está de más, en materia de palabras.

- Sin la tradición nada se puede romper, empezando por la tradición.

- Los neologismos surgen por necesidad expresiva, nunca como juego. No me alcanzaban las palabras para decir ciertas cosas que sentía, que la imaginación me traía a la boca. No encontraba palabras para expresar. Y todavía no las hay. En eso estamos los poetas para nombrar esa especie de misterio invisible.

Extractos de reportaje publicado en el diario Página12: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-23410-2011-11-05.html

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